La celiaquía es una enfermedad inmunológica crónica que puede detectarse a cualquier edad. La presentación clínica está directamente relacionada con la edad de introducción del gluten en la dieta. La llamada presentación clásica suele aparecer alrededor de los 8 meses de edad, pero puede no ocurrir sino en la tercera década de la vida.

Los síntomas son muchos y variados, y según las características individuales del adulto o del niño, pueden manifestarse, uno o varios de ellos. La más común es casi exclusivamente gastrointestinal, pero pueden presentarse manifestaciones extradigestivas y afectación de distintos aparatos y sistemas.

La EC puede presentar una gran expresividad en sus manifestaciones, tanto desde el punto de vista clínico, como bioquímico, inmunológico y con distintos grados de afectación de la mucosa intestinal.

La dermatitis herpetiforme es la forma extraintestinal más frecuente. Se caracteriza por máculas eritematosas, urticaria muy pruriginosa, de distribución simétrica en el cuerpo. La mayoría de los pacientes no presentan síntoma gastrointestinales, pero si se observa en la mayoría de los casos atrofia en la mucosa intestinal.

Existe una forma de presentación conocida como “crisis celíaca” que es rara y se caracteriza por un cuadro agudo de enfermedad inmune con fiebre prolongada, hepatoesplenomegalia, rash y riesgo de muerte.

Las manifestaciones atípicas y extradigestivas contribuyen a dificultar y retrasar el diagnóstico de la enfermedad. Las manifestaciones no gastrointestinales aparecen en cualquier órgano.

Los síntomas o trastornos clínicos más frecuentes son
Transtornos cutáneos Dermatitis herpetiforme.
Trastornos nutricionales y en el desarrollo Disminución del crecimiento, pérdida de peso y desnutrición.
Trastornos neurológicos y psicológicos Cefaleas, neuralgias, alteraciones en la memoria, epilepsia, comportamiento irritable y decaimiento.
Trastornos hepáticos Se ha observado elevación de las transaminasas en pacientes celíacos silentes.
Trastornos bucales Úlceras o aftas en la boca y alteraciones en el esmalte dental. Las alteraciones en la placa dental aparecen sólo en la dentición definitiva y pueden ser el único síntoma de E.C.
Trastornos óseos Descalcificación (osteopenia y osteoporosis) y fracturas producidas por traumas menores.
Trastornos hematológicos Anemia ferropénica crónica y hemorragias. La deficiencia de hierro que no responde a tratamiento se encuentra asociada al a E.C en 5-8% de los adultos.
Trastornos ginecológicos Primera menstruación tardía (menarquía) y menopausia precoz.
Trastornos obstétricos Infertilidad masculina y femenina. Abortos repetidos.

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