La Historia de los conocimientos de la celiaquía no podía estar muy lejos de Grecia, cuna de la civilización europea y occidental, ya 500 años A.C. los pensadores griegos se preguntaban sobre el origen de la naturaleza dejando de lado toda idea mágica o mitológica.

Tales de Mileto pensaba que el agua era el origen de la vida y de todas las cosas. Había viajado por Egipto y el Nilo y pensaba que eso le daba la razón. Demócrito poco tiempo después imaginó que todo debía estar construido por pequeñísimas piezas inalterables, eternas e indestructibles que denomino “átomos”.

Hacia el Este de Grecia, estaba el territorio de Turquía y en una región volcánica llamada “Capadocia” vivía un médico llamado Arateus quien observó, analizó y describió una enfermedad crónica de adultos y niños, caracterizada por “la eliminación de alimentos sin digerir, acompañada de acentuada emaciación y estado de debilidad”, que producía una llamativa dilatación del vientre y los denominó “Koiliakos”.

Fue Francis Adams quien tradujo y publicó en el año 1856 una descripción de Arateus de Capaddocia, quien como hemos indicado se refirió al término “Koliako” del griego “vientre”, si cambiamos la “K” por la “C”, nos quedaría la palabra romana “Coliacos” y ya estaríamos muy cerca de la forma inglesa “coeliac” y nada falta para la palabra “celiac” y “celiaca”, de la actualidad.

Fue sin embargo el Dr. Samuel Gee, quien en el año 1888, describió con admirable precisión el cuadro clínico clásico de la celiaquía que todos conocen en la segunda mitad del siglo XX. Se refiere a la misma en su Tesis y la denomina “Coeliac Affection” publicada en el Hospital St. Bartholomew de Londres la cual indica entre otras cosas:

“Existe un tipo de indigestión crónica que se observa en personas de todas las edades y sin embargo ocurre generalmente en las edades entre uno a cuatros años. Los síntomas de la enfermedad se aprecian en las heces que son blandas no moldeadas, sin ser acuosas y de mayor volumen, de lo que podría indicar la cantidad de alimentos ingeridos… Puede suceder que el paciente defeque solo una vez al día aunque la cantidad sea grande blanda blanquecina y mal oliente.

Su apariencia es generalmente gradual, de modo que a veces resulta difícil estimar su comienzo, a veces empieza súbitamente. El paciente enflaquece más es las extremidades que en la cara. El abdomen es casi siempre blando, pastoso, inelástico, en ocasiones distendido más bien rígido. La evolución de la enfermedad es mas bien lenta cualquiera vaya a ser su final. La recuperación tiende a ser completa o incompleta, cuando es completa persiste una debilidad que puede manifestarse por la incapacidad del niño por saltar, mientras la enfermedad esta latente, los niños dejan de crecer. Y aún cuando tiendan lentamente a recuperarse quedan frágiles y atrasados. Las causas de la enfermedad permanecen ocultas. Los niños que la padecen no tienen una constitución débil.  Tal vez los problemas dietéticos puedan ser una causa, ¿pero que error?, ¿Por qué entre los niños de una misma familia, solo uno padece la enfermedad?”…Agrega luego…”regular particularmente el alimento, es la parte principal del tratamiento…que el permiso de alimentos farináceos debe ser pequeño…pero si el paciente puede ser curado, en todos, debe ser por medio de la dieta”.

En 1908 se publicaba un libro sobre los niños celíacos de Christian Herter, pediatra aceptado como de gran autoridad en este tema. Tanto fue así que la Celiaquía fue referida muy a menudo y durante años como enfermedad de Gee-Herter. Su aporte más importante fue la observación de que las grasas se toleraban mejor que los carbohidratos en los pacientes que sufrían de serias diarreas y agregaba “los hidratos de carbono (azucares y féculas –harinas) eran mal toleradas”. Refirió así mismo que “la ingestión de algunos hidratos de carbono casi invariablemente causaban una recaída o una vuelta a la diarrea después de un pequeño período de mejora”.

En 1938 el Dr. Sydney Haas observó y comunicó que una dieta rica en plátanos era beneficiosa para los pacientes con enfermedad celiaca. Esencialmente una dieta baja en carbohidratos. Estos relatos se pueden leer en América Clínica, septiembre de 1950, “Diagnóstico y Tratamiento de la Enfermedad Celiaca DD. Sydney, V. Hass y Cerril P. Hass, Nueva York.

Después de la segunda guerra Mundial la observación de el genial médico pediatra holandés, el profesor W.K.Dicke, quien público su Tesis Doctoral para la Universidad de Utrecht en 1950, en donde demostró cómo los niños celiacos se beneficiaron dramáticamente cuando el Trigo, el Centeno y la Harina de Avena fueron excluidos de la dieta. Tan pronto como estos fueron sustituidos por el almidón de trigo, harina de maíz, almidón de maíz o harina de arroz, el apetito de los niños volvió además de la absorción de la grasa mejorada, de modo que despareció la diarrea grasa.

Estas observaciones fueron ampliadas luego con la colaboración de los Colegas Dutch y Van de Kamer,  quienes generaron tres trabajos que cambiaron la historia de la celiaquía y salvaron innumerables vidas, dichos trabajos fueron:

  1. Su Tesis: “Enfermedad Celiaca. Investigación de los efectos dañosos de ciertos tipos de cereales en los pacientes que sufren de enfermedad celiaca” y en colaboración con Weijers H. Van de Kamer JH”
  2. “Enfermedad Celíaca II. La presencia en trigo de un factor que tiene un efecto deletéreo en casos de la enfermedad celíaca”, publicada en 1953 y
  3. “Enfermedad celiaca IV. Una investigación e n los componentes perjudiciales del trigo con respecto a su acción en pacientes con enfermedad celiaca”, publicada en 1953.

Estos trabajos fueron confirmados y ampliados por la pediatra inglesa Charlotte Anderson y sus colegas en Biirminghan. Esta maestra de la gastroenterología pediátrica y sus colaboradores extrajeron el almidón y algunos otros componentes de la harina de trigo y encontraron que “la masa del gluten que resultaba” era la parte perjudicial para los pacientes celiacos.

Es así que desde 1950, se constituye que la exclusión del gluten es la base del tratamiento de pacientes celíacos.

[Información tomada del Libro “Celiaquía un Modo de Ser” editorial  Parábola, del Dr. Cueto Rúa, gastroenterólogo argentino y del escrito de Dr. Luis Ortigosa, gastroenterólogo español, publicada en la revista Colombia Médica del año 2005].
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